Friday, October 05, 2007

¿Reinará la paz finalmente en Corea?

Después de más de medio siglo de la Guerra de Corea, la muerte de dos millones y medio de personas y la consecuente separación de la península en un norte comunista y un sur capitalista, los líderes de ambos estados se reunieron y firmaron la Declaración para el Desarrollo de las Relaciones Intercoreanas, la Paz y la Prosperidad, un acuerdo que compromete a ambos a impulsar una “paz permanente” que apunta a resolver los principales conflictos entre las potencias, con el debido respeto al sistema de gobierno de cada uno.
La Declaración firmada, apoyada por Estados Unidos y Rusia, consiste en ocho puntos principales: reunificación de la economía (para lo cual se aplicaría una declaración firmada ya en el 2000), respeto mutuo por sus sistemas políticos, una zona de pesca común en el norte del Mar de China para evitar conflictos armados, un tratado de paz que reemplace el armisticio de 1953 al finalizar la guerra, colaboración mutua en la economía (para lo cual se dispondría de un enlace ferroviario y una “zona especial de paz” en el área fronteriza ), cooperación en la educación, tecnología, cultura y deporte, permiso de reunión entre aquellas familias separadas por la frontera desde la guerra y, por último, la determinación de la fecha del próximo encuentro.
Sumado a los ocho puntos anteriores, y como uno de los ejes del tratado, acordaron en implementar los acuerdos nucleares que se pactaron en el 2005 y en febrero de este año. Corea del Norte inhabilitaría el resto de las instalaciones atómicas hasta finalizado el 2007, no trasferiría tecnología o conocimientos nucleares a cambio de recompensas energética, revelaría sus programas nucleares y, como si esto fuera poco,
Washington eliminaría a Corea de su lista de países que “promueven el terrorismo”.
A pesar de las sospechas que trae a la mayoría de los periódicos coreanos que al líder de la Corea comunista le queden solo meses de gestión, y de que el candidato a la presidencia con mayor intención de voto haya revelado su impulso por generar grandes cambios en la política, muchos coreanos tienen esperanzas de que finalmente reine la paz en la península. Si bien el candidato apoyó el proyecto, criticó que la mención a la crisis nuclear haya sido ínfima y que no se haya hablado sobre los prisioneros de guerra que aún mantienen secuestros en el sur. Además, diferentes expertos, según el diario Página 12, aseguraron que en la declaración “no queda claro cuáles serían las ventajas para la parte sureña, haciendo hincapié también en los varios millones de dólares que tendrá que aportar Surcorea para los proyectos de cooperación”.
La cumbre se llevó a cabo en la capital del estado comunista, Pyonhyan, y duró tres días de debate entre el presidente surcoreano, Roh Moo Hyum, y el norcoreano, Kim Jong II. Estuvieron de acuerdo en que todos los puntos sean renegociados con la participación de Estados Unidos, China y dos países más. Brindaron con champagne y estrecharon sus manos. El noviembre próximo comenzarán las discusiones entre los ministerios de Defensa para concretar el acuerdo. Ojala pueda ser esta la ocasión en la que finalmente culmine el conflicto entre los dos estados y la paz logre promover lo que no pudo en esa península en más de medio siglo. Ojala Corea pueda vencer sus internas y , al menos, los principales conflictos no sean más, ni menos, que cuestiones exclusivamente de un pasado.


Este artículo también lo publique hoy en la revista digital TodasTusCosas.com:
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