La nota prometida en el primer artículo de este Blog (Se recomienda leerlo antes de sumergirse en las siguientes líneas)

Un agradecimiento especial Martín Paradiso y Natalia Keneyan, presidente y secretaria del Departamento Juvenil de la Confederación Argentina de Sordos (DJCAS), ambos hipoacústicos, quienes me concedieron, a través de una entrevista, toda la información presente en este artículo.


En Julio se realizará en Madrid, España, el décimo quinto encuentro mundial de sordos, y será la primera vez que la Confederación Argentina de Sordos (CAS) participe. El proyecto fue creado por World Federation Deaf (WDF), una organización mundial de hipoacústicos, cuya sede se encuentra en Finlandia pero cambia de establecimiento cada cuatro años. El objetivo del encuentro será debatir el conflicto de la diversidad de dialectos existentes y unificar el lenguaje.
El primer encuentro nacional de jóvenes sordos se realizó en Córdoba en 1999 y actualmente se está organizado el noveno. Pero el 18 de Agosto del 2006 se llevó a cabo ya el primer evento que unió a los jóvenes de todo el Cono Sur. En este se observó durante los discursos la presencia de dos intérpretes en todo momento: uno que traducía las palabras al Lenguaje de la Señal Argentina (LSA) y el otro que traducía a uno de los dialectos más populares.
“La reunión será para difundir que hay que cuidarnos, porque es un lenguaje frágil y también una comunidad chica y no hay un idioma mundial aprobado todavía”- expresaba Natalia en la entrevista realizada. Ellos no quieren perder la comunicación, se esmeran por conservarla. Pero, afortunadamente, se les agudizan otros "sentidos" que a los “oyentes” no. Se manejan por vibración. Cuando quieren llamar a alguien que está en otro sector de una habitación, pisan fuerte el suelo para llamar su atención. Es por esto que suelen utilizar piso de madera.
La falta de posibilidad del oír les hace ser personas mucho más atentas. Perciben movimientos con más facilidad, y viven el 2007 como cualquier otro: estudian, trabajan, leen los diarios, utilizan Internet, cámara Web, manejan automóviles, tienen celulares, se envían mensajes de texto y más.
Es cautivante como evoluciona todo: antes los sordos no podían casarse por Iglesia, ahora si. Antes no había posibilidad de matrimonios entre hipoacústicos y oyentes, ahora si. En 1882 fue creado su 1er colegio nacional, actualmente hay mas de 40. Antes no podían comunicarse a la distancia de modo inmedito, ahora sí, gracias a Internet y los celulares. Todo evoluciona y se actualiza.
La globalización tuvo un impacto muy positivo en sus vidas. Aún así, existen grandes falencias gubernamentales que no contribuyen a una vida más segura para ellos. No fue hace mucho cuando un joven hipoacústico falleció en un accidente de tránsito en la provincia de Córdoba. El semáforo estaba en verde pero una ambulancia se movilizaba en contramano con mucha velocidad. El y su compañero, también sordo, no pudieron escuchar el sonido de alerta de esta, hicieron caso al semáforo y continuaron transitando. Chocaron y uno murió. “La comunidad sorda nunca lo olvidará”, aseguraba Martín Paradiso.
Al momento en que los hipoacústicos pudieron, felizmente, contraer el registro para conducir, medidas muy importantes tendrían que haberse tomado: agregar en cada ambulancia un aparato vibratorio que pueda ser percibido por ellos. “Si alguien tiene la posibilidad de luchar por esta causa, toda la comunidad estaría profundamente agradecida”, exclamaba la secretaria del departamento de Jóvenes.
CAS fue fundada con subsidio del Ministerio de Bienestar Social y la Secretaría de Estado de Promoción y Asistencia Social. Trabaja sin fines de lucro, con el único objetivo de asistir a su comunidad en todo aspecto para mejorar su calidad de vida, generando oportunidades para su pleno desarrollo y proyectando acciones en todas las áreas. CAS está dividida en departamentos de Salud, Educación, Cultura, Legal, Turismo y Jóvenes. Además disponen de actividades deportivas. Cada área tiene su presidente, vicepresidente, secretario, prosecretario, tesorero, primero y segundo vocal.
Este artículo concluye con la esperanza de que el lector pueda descubrir lo que hay un poco más allá, haciendo alegoría al nombre de esta página, conociendo cuestiones quizás para algunos lejanas o desconocidas, pero que son cotidianas para otros que lo viven con tanta naturalidad. Hay un lugar para todos y todos deben ser incluidos en el “sistema social” sin hacer sentir a nadie “especial” ya que todos somos diferentes, en aspectos mas, o menos, visibles. Esta nota pretende mostrar que ellos son “uno más”, así como los ciegos, los gordos, los flacos, los pelados, los negros o los albinos. Tratarlos como uno más, es el único modo en que ellos podrán sentirse uno más en la sociedad. Por este motivo esta nota vuelve a ser un llamado a la solidaridad espiritual, al igual que la primera de este blog, para que el lector entienda, y ojalá también transmita, que “todos podemos por igual”, tal cual aseguró Martín Paradiso. Trabajan “tan duro como todos para conseguir un lugar en el mundo.” Es solo cuestión de ser “perseverante y responsable en la lucha por ello”.
Este blog los acompaña en esa lucha.