Atucha II, central de energía nuclear en construcción. Obra paralizada en 1983 y retomada en 2006. Foto: Invap
El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, visitó la semana pasada la obra en construcción de central atómica Atucha II en el partido de Zarate, y aseguró que en menos de un año se empezaría a construir una cuarta sede.
El apoyo del Gobierno a la energía nuclear data oficialmente de 2006, cuando el ex presidente Néstor Kirchner reactivó la construcción de Atucha II, paralizada en 1983, tres años antes de la explosión en Chenobil que emitió una pluma mortal e imparable de radioactividad que se esparció por todo el mundo con graves consecuencias.
Diversos especialistas en el área aseguran que la energía nuclear compone una solución rápida, inmediata y barata, y que las tecnologías modernas ayudan a bajar su nivel de peligrosidad. Sin embargo, los residuos de este tipo de energía son altamente peligrosos y un derrame podría generar un desastre radioactivo a nivel mundial.
En todas las etapas del ciclo de vida de este tipo de combustible se producen desechos nucleares, los cuales pueden ser letales durante miles de años debido a que esta industria aún no posee un método eficaz para gestionar estos desechos.
La terminación de Atucha II requiere una inversión de 1.800 millones de dólares y se estima que comenzaría a operar a mediados de 2011. La Mañana Neuquén indica que esta aumentaría en un 3% la oferta de energía total del SIN, llevaría a 9% el aporte de las centrales nucleares y contriburía a disminuir la emisión de gases de efecto invernadero.
Según el mismo periódico, muchos especialistas comenzaron a revalorizar la energía nuclear como “energía más limpia, segura y garantizada” y a dejar atrás el concepto de “sucia, cara y peligrosa” que se originó tras el desastre de Chenobil en 1986.
Sin embargo, desde Greenpeace enfatizan que “la energía nuclear no es actualmente ni más segura ni más limpia que entonces”, que “se siguen dando casos de accidentes en todo el mundo diariamente” y que “la industria nuclear utiliza el cambio climático como una excusa para salvar e incluso aumentar su negocio moribundo”.
Aseveran que la energía nuclear no es la respuesta, y que el ciclo de vida de su generación produce un 50% más de emisiones de efecto invernadero que la energía eólica. Explican que las centrales atómicas no pueden colaborar en casi nada en la lucha contra el cambio climático ya que ésta se utiliza solamente en la generación de electricidad, mientras la producción de electricidad es responsable únicamente de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Señalan que, en cambio, aumenta los riesgos vinculados con el terrorismo a nivel mundial y de incremento de armas nucleares. Además, apuntan que se trata de un sistema que desvía fondos que bien podrían utilizarse en el desarrollo de fuentes renovables como la eólica.
Antecedentes de desastre nucleares
1957- Incendio de Windscale
1979- Fusión parcial del reactor de Three Mile Island
1986- Explosión de Chernobil
El escándalo de Mayak
Vía La Mañana Neuquén, Greenpeace I, Greenpeace II y Tree Hugger
Esta nota la escribí ayer para TuVerde
Tuesday, May 05, 2009
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